KAMASUTRA: EL PERRITO
La postura del perrito, es sin duda la preferida de mucha gente. No en vano, para las mujeres es altamente estimulante tanto para él, como para ella.
En la postura del perrito, la mujer se pone a cuatro patas apoyándose en la manos o antebrazos. El hombre, de rodillas, la penetra por detrás sujetándola por las caderas o las nalgas.
Para la mujer, resulta una postura altamente placentera, dado que, a pesar de que la penetración no es tan profunda, el pene incide directamente sobre el punto G. Esta postura además, permite que pueda estimularse el clítoris libremente, tanto con su dedo como con un vibrador.
El papel de la mujer en esta postura es más bien pasivo, aunque puede balancear su cuerpo al ritmo del movimiento de su pareja.
Para el hombre, también resulta muy placentera, puesto que el ángulo de penetración provoca un placer intenso en ambos. Además, la perspectica del cuerpo femenino, la cintura resaltada, las caderas y las nalgas; penetrar entre los gluteos... Es un estímulo altamente poderoso para ellos.
RECOMENDACIÓN:
Aunque por lo general, esta postura no requiere de ningún material extra, la industria sexual ha pensado en todo, y quiere facilitar la faena a todos aquellos hombres cuyas amantes, dejándose llevar por el éxtasis, terminan tumbadas sobre la cama... Sí, esto sucede con muchísima frecuencia.
Para eso tenemos, el ARNÉS PARA HACERLO AL ESTILO PERRITO, DE FETISH FANTASY.
Puedes ver más sobre este producto en nuestra tienda online: www.eljugutedeldeseo.es
Fuente: www.doctissimo.es
En la postura del perrito, la mujer se pone a cuatro patas apoyándose en la manos o antebrazos. El hombre, de rodillas, la penetra por detrás sujetándola por las caderas o las nalgas.
Para la mujer, resulta una postura altamente placentera, dado que, a pesar de que la penetración no es tan profunda, el pene incide directamente sobre el punto G. Esta postura además, permite que pueda estimularse el clítoris libremente, tanto con su dedo como con un vibrador.
El papel de la mujer en esta postura es más bien pasivo, aunque puede balancear su cuerpo al ritmo del movimiento de su pareja.
Para el hombre, también resulta muy placentera, puesto que el ángulo de penetración provoca un placer intenso en ambos. Además, la perspectica del cuerpo femenino, la cintura resaltada, las caderas y las nalgas; penetrar entre los gluteos... Es un estímulo altamente poderoso para ellos.
RECOMENDACIÓN:
Aunque por lo general, esta postura no requiere de ningún material extra, la industria sexual ha pensado en todo, y quiere facilitar la faena a todos aquellos hombres cuyas amantes, dejándose llevar por el éxtasis, terminan tumbadas sobre la cama... Sí, esto sucede con muchísima frecuencia.
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