ASEXUALIDAD
Es posible que de un tiempo para aquí, hayáis oído hablar de un movimiento social llamado (AVEN -Asexual Visibility and Education Network) o AVENes (Red para la educación y la visibilidad de la asexualidad para personas hispanohablantes). Yo dí con él el lunes, después de que unos amigos compartieran en facebook una publicación, y he decidido estudiar un poco el asunto para poder contároslo.
Aunque la asexualidad ha existido siempre, es ahora cuando empieza a hacerse notar. El precursor de esta corriente es Anthony F. Bogaert, académico de la Universidad canadiense de Brock, y especializado en los estudios de sexualidad humana. Sus publicaciones han ayudado a miles de personas a comprenderse mejor a sí mismas en lo que concirne al su impulso sexual o a la carencia del mismo, especialmente el libro Understanding Asexuality, su obra se ha convertido en un manual de referencia. Citándo a este autor,
“La asexualidad se define como una falta persistente de deseo sexual hacia los demás”
Por lo que, hay quien entiende que la asexualidad es una tendencia sexual, como la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad.
Es necesario entender esto para poder diferenciar un asexual de un célibe. Estos últimos, renuncian de forma voluntaria al sexo, aún a pesar de sentir atracción sexual hacia alguien, por motivos propios, como la religión, mientras que los asexuales, aún pudiendo tener impulsos sexuales (pueden masturbarse o incluso mantener relaciones sexuales), no sienten atracción por otras personas.
Existe una diferencia fundamental entra una persona asexual (generalmente, quien se considera asexual lo hace desde bien pequeño) a otra que, por raciones psíquicas, farmacológicas, estrés, u otros motivos, ha visto reducido su apetito sexual. Esto último se denomina "inhibición del deseo sexual", atiende a unas causas y tiene tratamiento.
Pero las cosas nunca son blancas o negras. La asexualidad también tiene matices, y han decidido representarlo usando los ases de una baraja de póquer. De esta manera:
- As de corazones para el 'alorromántico asexual', aquellos que, aunque no sienten ningún impulso sexual, sí experimentan atracción romántica de forma regular hacia personas de uno o más géneros.
- As de picas para el 'arromántico asexual', es decir, aquellos que no sienten atracción sexual y tampoco atracción romántica hacia ninguna persona (de ningún género).
- As de diamantes para el 'demirromántico', el 'demisexual', el 'gris-arromántico' y el 'gris-asexual', Estas personas experimentan atracción romántica o sexual únicamente hacia personas con quienes tiene una fuerte conexión emocional o que de forma ocasional experimentan ese tipo de atracción y no con la suficiente intensidad como para que les mueva a actuar.
- As de trébol. La carta para quienes, aún reconociéndose asexuales, todavía están inseguros sobre la posibilidad para sentir atracción romántica.
Los asexuales suponen un 1% de la población mundial, por lo que no es tan infrecuente como parece. Me viene a la mente la obra de Gabriel García Márquez, "Cien años de soledad", y su personaje Remedios, una mujer incapaz de sentir atracción por nadie.
APUNTE PERSONAL
Para mí, que soy una mujer sexualmente activa, me resulta muy difícil ponerme en la piel de un asexual, igual que me resulta difícil ponerme en la piel de un homosexual. Pero he escrito este post desde el respeto y espero haberlo conseguido, pues lejos de mi intención el que nadie se sienta incómodo al leerlo. A mi, la pequeña investigación que he hecho sobre el tema, me ha ayudado a entender y respetar esta tendencia sexual, igual que entiendo y respeto las que ya conocía.
Fuente: www.elpais.com
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