LITERATURA ERÓTICA (I)

Como ya sabéis (y si no lo sabéis os lo cuento), a finales de julio se publicará en España y Latino América la nueva entrega de "Cincuenta sombras de Grey" (el 14 de junio para los países de habla inglesa), el primero de la trilogía desde el punto de vista del Sr. Grey.




La autora, que es muy inteligente por aprovechar así el tirón, ha declarado: "Christian es un personaje complejo y los lectores han estado siempre fascinados con sus deseos, motivaciones y su pasado turbulento". Y añadió: "todos los que han estado en una relación saben que en todas las historias hay dos versiones. Ha sido un gran placer volver al universo de Christian y Ana".

Este género literario (la literatura erótica) que parece que ha proliferado en los últimos años, con el detonante de esta (ya saga, dado que con un cuarto libro deja de ser una trilogía), no es algo nuevo. La literatura erótica viene de antiguo, y hoy os dejamos la primera parte de una recopilación de, los que podrían ser, los antepasados de Christian Grey, Eric Zimmerman ("Pídeme lo que quieras"), Gideon Cross (Crossfire) y tantos otros. 

Empezamos: 

LA ALFOMBRILLA DE LOS GOCES Y LOS REZOS (1660)

La alfombrilla de los goces y los rezos (la traducción literal del chino sería : «La alfombrilla de rezos para meditar sobre lo carnal») apareció en 1657 y, como la mayoría de las novelas chinas de la época, se publicó con seudónimo, aunque siempre se supo que su autor era el polémico ensayista, cuentista, novelista, poeta y dramaturgo Li Yu. Esta obra clásica del erotismo, y también una de las más célebres novelas chinas, circuló libremente hasta la creación de la República Popular comunista en 1949.

RESEÑA: Narra la historia de Véspero, un hombre al que un brujo le trasplanta el pene de un caballo con el que puede dar un placer infinito a las mujeres. Años después, harto de tanto sexo, ingresa en un monasterio budista, pero ni allí logra encontrar la ansiada paz.

Para quienes se aventuren a leer este libro (extraño donde los haya, pero aún así, una obra genial para la época), deben situarse en una cultura y época muy distantes a los nuestros. Concubinas, esclavas, fantasía, sexo, posturas y descripciones de la cópula, erotismo con matices moralistas, -ya lo anticipa el título-, es de lo que disfrutaremos con la lectura de todo un clásico de la literatura oriental.

AÑO 1601 (1880)

Mark Twain, el autor de la que está considerada la primera novela pornográfica de la literatura estadounidense, la publicó de forma anónima. El impacto de esta obra fue abrumador, y causó a su autor tanta incomodidad, que tardó 25 años en confesar la autoría. 


RESEÑA: Reunidos en el camarín de una ya anciana reina Isabel I, una serie de personajes selectos, la mayoría tan ancianos como ella, charlan al amor de la lumbre: sir Walter Raleigh, el pirata; Francis Bacon, el filósofo; Ben Jonson y su joven discípulo, Francis Beaumonte; ladies y condesas y duquesas, y el asombroso maestro Shakespeare. ¿De qué pueden estar hablando? ¿De las glorias pretéritas del pirata, de la interpretación de la vida del filósofo, de los ingenios del arte...? Pues no, señoras y señores, la conversación es más banal, irreverente, rijosa y «maloliente» de lo que podría esperarse en tan excelso grupo y en el Siglo de Oro inglés...Divertimento, crítica a las convenciones literarias, engoladas y timoratas, de su época, una sátira contra el clero marca de la casa, chiste fácil... Todo esto es Año 1601, una obra que surgió como una broma entre amigos y sin firma, y circuló en ediciones privadas, muy privadas, hasta bien entrado el siglo XX.


FANNY HILL: MEMORIAS DE UNA CORTESANA (1857)

Escrita por el novelista John Cleland mientras se encontraba en prisión por culpa de sus numerosas deudas, la novela fue prohibida a las dos semanas de su publicación, convirtiéndose en la primera novela cuya venta fue prohibida en Estados Unidos. Esto la empujó a circular de forma clandestina hasta que en 1963 se permitió su edición. 


RESEÑA: Fanny Hill es una incauta jovencita de provincias que cae en la prostitución llevada por sus deseos de probar fortuna en Londres. Allí, como pupila de la señora Brown, su compañera Phoebe la instruirá en el amor lésbico y le enseñará el arte de satisfacer a los hombres. Los difíciles comienzos no arredran a Fanny, que al contemplar ciertos encuentros lúbricos va encendiéndose hasta desear ella misma seguir esos derroteros. 
Desde ese momento, su vida como pupila en distintos burdeles y como amante de varios hombres le permite mejorar su estatus social, disfrutar al máximo del placer y conocer el amor romántico de la mano del joven y rico Charles. 



TELENY (1893)

Aunque atribuida a Oscar Wilde, fue publicada bajo el más estricto anonimato, pero con el siguiente reclamo publicitario: “La novela erótica mejor escrita en lengua inglesa, y que aborda escenas que sobrepasan las licencias más salvajes”. Su trama, abiertamente gay, narra las andanzas de un seductor que puede ser tanto un depravado corruptor de jóvenes como un celoso que sufre por las infidelidades de su amante. Estuvo prohibida hasta 1966.


RESEÑA: En Teleny, la obra maldita de Wilde, el autor hace un dibujo de si mismo y de su contrafigura: un seductor insistente y un infiel constante, un celoso enamorado y un amante enardecido, un iniciador en los juegos eróticos y un discípulo aventajado. Si su desprecio por las leyes de la sociedad victoriana habia de costarle la cárcel y el entierro en vida, la confesión novelada de sus amores iba a convertir a Teleny en la obra mas prohibida y en vano silenciada del autor de El retrato de Dorian Gray





CARTAS DE AMOR A NORA BARNACLE (1904-1909)
Recopilación de la correspondencia íntima que mantuvieron el autor de Ulises, James Joyce, y su esposa, Nora Barnacle. Su publicación estuvo prohibida por sus descendientes hasta enero de 2012, dado el tono perverso de estas cartas, en las que el novelista escribe cosas como: “Compra calzones de puta, amor, y asegúrate de rociarles las piernas con algún agradable aroma”.

EXTRACTO: Mi dulce putita Nora, he hecho como me lo pediste, muchachita sucia, y me hice dos pajas mientras leía tu carta. Me deleita ver que haces como si te follara por atrás. Sí, ahora puedo recordar esa noche cuando de follé por atrás mucho tiempo. Fue la follada más sucia que te he hecho, querida. Horas y horas mi sexo estuvo duro dentro tuyo, entrando y saliendo de tu trasero vuelto hacia arriba. Sentía tus rollizas nalgas sudorosas bajo mi vientre y veía tu rostro y tus ojos enloquecidos. A cada una de mis arremetidas, tu desvergonzada lengua salía de entre tus labios, y si te embestía con mayor fuerza que la usual, gruesos y sucios gases surgían balbuceantes de tu trasero. [...]


La semana que viene continuaremos con esta recopilación, que espero que disfrutéis.

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