KAMASUTRA: EL BARCO DE VELA

En la búsqueda del placer sin límites, perder el control es importante, incluso primordial. 
Un amante tiene que aprender a dejarse llevar sensualmente por los deseos de su pareja y, con la posición del barco de vela, la mujer cede a su compañero el control del timón. Una vez levada el ancla, el capitán puede guiar la nave.

LA POSTURA

La mujer se coloca en el borde de la cama, con sus piernas hacia arriba, acostada sobre su espalda y se abandona a los deseos del hombre. Él se arrodilla frente a ella y abre los muslos de su amante, sujetándole los tobillos. Como un capitán y su barco, el hombre dirige la situación, penetra a la mujer y domina el vaivén.



Da comienzo así a la mejor parte del encuentro sexual. El hombre (el capitán, siguiendo con la analogía del nombre de la postura) mueve las piernas de la mujer (o más poéticamente; dirige el timón) a la izquierda o la derecha, provocando que el cuerpo de ella se ladee. Las sensaciones de la vagina concuerdan con el movimiento balanceante. 

Esta postura favorece penetraciones profundas. Es ideal para momentos en los que el hombre adquiere el rol dominante, pues la postura que adopta ella no le permite controlar la situación, por lo que "la barquita sigue los designios del oleaje". Sin embargo, él goza de una perfecta perspectiva de su amante, u juega a dominar la situación; ralentizando o acelerando el movimiento, cambiando la inclinación de las caderas o el ángulo de las piernas. 

TRUCO: Si es necesario, se puede colocar un cojín bajo las nalgas de la mujer para facilitar la penetración.

COMO NOS AYUDA ESTA POSTURA A ESTIMULAR EL PUNTO G

Esta postura implica una ligera elevación de la pelvis que ayuda a alcanzar el punto G, además el dirigir las caderas para un lado o a otro facilita su localización.

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Podemos potenciar esta postura estimulando también el clítoris, en cuyo caso, ya es casi como rozar el cielo con los dedos. Un producto que en www.eljuguetedeldeseo.es y a vosotras también (basándonos en sus índices de venta), es el "anillo del conejito"


La potencia del pequeño motor de la bala vibradora, hace que se le muevan las orejitas estimulando justo, donde tiene que estimular. Una experiencia realmente placentera! También para él, dado que la vibración se transmite también a la anilla que se cierra sobre el pene.

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TRUCO: En la postura del perrito pon las orejitas del conejo de forma que quede justo bajo del pene... verás que cosa tan rica!

Fuente: www.doctissimo.es 

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